martes, 15 de septiembre de 2015

El valor de lo artesanal

Domo chamal comienza en el sur de Chile, con la esquila artesanal de ovejas en un pueblo llamado Máfil. en la región de los Ríos. desde ese lugar  lluvioso y lleno de verde a la vez, traigo la lana a Lima.








 el proceso continúa manualmente, pues la tiño yo misma y así comienzan a aflorar las creaciones de mujeres y animales en la medida que nacen nuevos colores con tintes naturales que una querida amiga me hizo descubrir procedentes de Chincheros - Cusco .
Cuando me topé con esta técnica surgió un amor a primera vista, afloraron muchos recuerdos pues yo crecí en el sur de Chile en una zona rural de Valdivia, rodeada de ovejas. siempre vi a mi abuela materna hilar lana y trabajar en su telar vertical, creando hermosas mantas, frazadas, pieceras . entonces reencontrarme con la lana en esta etapa de mi vida fue con un dejavú.
Después de intentar canalizar mis ansias creativas de muchas formas entendí que el vellón era la técnica que me permitía crear sin pensar en un tema monetario, si se vende o no se vende no es tema . es ahí cuando te das cuenta que vas por el camino correcto.
El valor de lo artesanal no está en las horas que toma hacer alguna creación, el valor está en lo apasionante que es encontrarse con el material en las manos y disfrutarlo sin noción de tiempo y sin presiones de ningún tipo .